Telemedicina

El uso de las nuevas tecnologías en todos los sectores de la vida es una realidad. También en medicina. Actualmente la atención médica que recibe el ciudadano está mediatizada por la comunicación telemática entre distintos niveles del Servicio Andaluz de Salud. Y no se trata ya de evitación de la pandemia, que ha tenido su apreciable influencia a tal efecto, no. Ha venido a quedarse. La información aparecida en este diario sobre teleconsultas de especialistas de hospital realizadas en 2022 y la experiencia propia así lo atestigua. En primera instancia, el resabio nos da por pensar que se trata solo de ahorro en personal sanitario y por tanto en merma de los servicios médicos que se ofrecen al usuario. Pero no es así, o no únicamente. Echemos la vista atrás a un protocolo todavía reciente: tras la inevitable espera, el médico de cabecera te derivaba al especialista; revistiendo la inquietud de paciencia acudías para que este te hiciera parecidas preguntas y exploraciones, te solicitara analíticas, pruebas, algunas repetidas, y volvieras a los viajes y las esperas tanto para realizarlas como para recibir la prescripción. La telemedicina ha venido a poner fin a muchas de estas incomodidades. El ahorro es general, en desplazamientos, en horas tiradas en salas incómodas compartiendo miradas preocupadas y miasmas con otros enfermos, en la gestión de los tiempos de intervención médica, en la priorización de casos que la requieren, en la posibilidad de participación colegiada de distintos especialistas; en definitiva, en un uso más racional de los recursos sanitarios. Cierto que podemos argüir que se pierde parte de esa relación especialista-paciente que va más allá de la simple comunicación. Pero esa siempre es posible y queda abierta para los casos de gravedad que la precisen. Ahí está el médico de familia, tan importante en cuanto mejor conocedor del paciente, para esa interacción inicial y determinar la deriva al nivel superior correspondiente. Si los informes que remita telemáticamente al especialista hospitalario son precisos y completos y se acompañan de las pruebas diagnósticas realizadas, podemos tener la seguridad de que aun sin presencia estamos bien atendidos. Y nos estamos evitando muchas molestias.