¿Son los mejores?

Necesitamos un optimismo desafiante para levantar esto. Ha pasado un año y las vacunas generan esperanza de volver a ser sociales. Muchos fallecidos, paro, ERTE, persianas bajadas para siempre... pero los grandes progresos nacen de las dificultades. Potenciemos lo que hemos mejorado: la administración electrónica real, con la documentación online; presencialidad en lo imprescindible con cita previa y sin colas; hospitales sin bullicio innecesario, solamente para enfermos; tiendas de barrio con whatsapp, bizum y entrega preparada; ¡potenciemos y copiemos! A nivel macro reinventémonos, si el sol no nos ha podido traer turismo, que nos dé energía limpia para no ser dependientes; si no hay buen tejido industrial, aprovechemos la riqueza en formación que tenemos, reconducir y retener tecnólogos para reindustrializar digitalmente. Y por supuesto, seamos muy críticos con las sombras del año, no por criticar la pésima gestión, sino por buscar a quien nos pueda sacar por el mejor camino. Ahora más que nunca necesitamos líderes, dirigentes sobradamente preparados,
con inteligencia, experiencia, conocimiento, compromiso, pensamiento estratégico, ambición (pero social), pasión... y buen corazón.