Sólo medio tontos
No puedo creer que unas horas antes de escribir este artículo, reciba la información contenida en un libro de D. Antonio Josef Cavanilles, escrito en 1795. En la página 159 explica detalladamente por dónde transcurre el barranco del Poyo y las desgracias ocurridas en Chivas en el año 1775. Para no extenderme: pasó lo que ha ocurrido casi doscientos cincuenta años después. En aquella ocasión sorprendió a los vecinos a media noche, pero en los tiempos donde presumimos de estar en la era de la información, resulta que cada uno te cuenta la película según convenga. Una maraña de historias urdidas teniendo como fin que el rollo del “relato” cale cuanto antes, mejor. Que si un responsable estaba comiendo, la otra responsable estaba estudiando y el resto lo sabemos todos. Una pérdida de vidas humanas imperdonable. Un destrozo de la vida de miles de personas, atroz. Las que están cansadas de trabajar y pagar impuestos para estar en manos de ineptos en muchas ocasiones. Ahora una nueva reforma fiscal para pagar el precio de la ineptitud. ¿No hay dinero para evitar desgracias? En ese caso están de sobra. Está clarísimo que nos toman por tontos. Dejémoslo sólo a medias. El resto para sus ¿señorías?