Sobre esperpentos cotidianos
Si Barcelona es la ciudad de los prodigios, Jaén es la de los esperpentos. Si no, a ver cómo se come el espectáculo de la calle Camino Fuente de la Peña, donde unos y otros dicen que no es suya y aprovechan para tirarse los trastos nuevamente. Otro espectáculo al que asistimos atónitos es el numeraco que están dando los tres concejales de Ciudadanos que, a las primeras de cambio y en una maniobra de transfuguismo político bochornoso, se pasan sin anestesia al grupo de los no adscritos y son premiados por el alcalde con una subida de sueldo, por su supuesta dedicación 24 horas al Ayuntamiento. Mantenerse en el poder a cualquier precio es deleznable y le resta credibilidad al supuesto carácter dialogante del alcalde nuevo que, para más inri, sigue manteniendo al concejal de Seguridad Ciudadana, el del follón con la Policía Nacional: “... es correcto, o no es correcto”. Rajoy, en funciones, firma una concesión en Galicia para 60 años y se queda tan pancho. Las evidencias te retratan, como dicen los especialistas secundarios: “si vas a una tienda, pides un Aquarius y no llevas puestas las mallas de running, todos saben que te estás cagando las patas abajo”.