Silbido mágico

24 nov 2016 / 20:39 H.

Ya llevaba mucho tiempo de intentar silbar, sin éxito, aquellas preciosas baladas de los westerns rodados en Almería cuando conocí a su intérprete a través de la pequeña pantalla, en el programa “Senderos de gloria”, que presentaba Consuelo Berlanga en Canal Sur, allá por los finales de la década de los 90 y principios de los años 2000.

Entonces conocí a Kurt Savoy, Curro para los amigos y paisanos. Un hombre muy comedido, educado, tímido, que hablaba en tono suave, que era el intérprete de los famosos temas interpretados con el silbido, de películas como “La muerte tenía un precio”, “Por un puñado de dólares” y muchas más. Un magistral artista, totalmente anónimo para el gran público, aunque la vida profesional en la música de este hombre es muy larga y densa, ya que alcanzó numerosos éxitos en el mundo del rock y ha grabado nada menos que 43 álbumes.

El hombre del silbido mágico resulta que nos es sumamente cercano, porque Curro Savoy es natural de Andújar, donde nació en 1946. Muy joven se marchó a Madrid para abrirse camino en el mundo de la música. Participó en concursos de radio y fue el inolvidable maestro de locutores Bobby Deglané quien le cambió el Curro por el Kurt, porque decía que Kurt sonaba más internacional en tanto que Curro era un nombre más propio de cantaores flamencos. Pero se ve que lo de Curro se pega mejor y es el nombre que suele utilizar con más frecuencia, sobre todo cuando está por estos lares tan suyos, lejos de París, donde tiene su residencia habitual. Especialmente ahora que anda por España en plena promoción, rodando una película y a punto de presentar un libro biográfico en el que cuenta anécdotas como la de que al mundialmente famoso compositor y director de bandas sonoras de películas, Ennio Morricone, que fue quien le confió la interpretación de estas mundialmente famosas baladas, no lo conoció personalmente hasta varios años después. O aquella ocasión en que yendo de viaje perdió a su esposa. El Ayuntamiento de Andújar está trabajando en la organización de un homenaje a este iliturgitano conocido como “el rey del silbido”, algo que Curro Savoy bien se merece y que yo aplaudo porque soy de los que sienten orgullosos cada vez que veo que un paisano nuestro triunfa y lleva el nombre de nuestra provincia por el mundo.