Si no puedes con ellos, únete

Chun Jie, Guonian o Nian. Son los nombres que recibe una tradición centenaria en China como es la fiesta de la primavera, cuyos orígenes se remontan a los rituales para venerar a las divinidades y a los antepasados. Es el comienzo del Año Nuevo, pero para los jiennenses, el inicio de la temporada de los shorts, las gafas de sol tuneadas y de los botellones por doquier. Macroencuentros de destilería que cuentan ya con la complicidad de las administraciones. Porque como dice el refrán, si no puedes con el enemigo, únete a él.

¿Dónde quedaron aquellas investigaciones para encontrar a los ciberconvocantes de la fiesta y pasarle los gastos que conlleva? Se han convertido en alfombras de asfalto que llevan hasta el recinto ferial, donde, como manda la tradición, se reunieron más de seis mil personas con el propósito de divertirse y bañarse en ríos de alcohol. Que a nadie se le ocurra faltar a lo que ya es una tradición en cientos de pueblos de España. Y por si acaso a alguien se le pasara por la cabeza, ya hay ayuntamientos que preparan a sus menores con unas sugerentes fiestas “light”.