Servicio de autobuses digno

    05 jun 2019 / 08:48 H.

    Acabó el periodo electoral municipal y, con él, todas las promesas y ofrecimientos que los candidatos, de los diferentes partidos políticos, se desvivían por trasladarnos en los días previos al de la votación, como si no hubieran tenido tiempo de hacerlo antes, durante los cuatro años de legislatura. Ahora es el momento de poner en práctica lo prometido, aunque la experiencia de una y otra y otra vez nos ha enseñado que del dicho al hecho va un trecho. Recuerdo que una de esas voluntades de trabajar en beneficio de la ciudad estaba relacionada con la mejora del servicio de autobuses urbanos. Eterno tema de reivindicación. Perpetuo asunto sin resolver. Y los ciudadanos de esta ciudad, que en aguante y paciencia somos magníficos seguidores del Santo Job, permanecemos confiados en que ello tendrá lugar alguna vez. Quién sabe si será en esta legislatura cuando nuestros dirigentes municipales, sean quienes sean, tendrán verdadero interés en dotar la capital de la provincia de un servicio de transporte urbano de la calidad que se merece y que necesitamos, si es que queremos hacernos un hueco en el ámbito turístico. Tampoco es que nuestras expectativas sean excesivamente exigentes: cumplimiento en itinerarios y en horarios, aire acondicionado, “app” que funcione y paneles informativos en todas las paradas. Es decir, que los autobuses no se den la vuelta a mitad de camino cuando vean que no llevan ningún pasajero a la última parada, ya que desconocen si hay alguien esperando su llegada; que el aire acondicionado se ponga cuando empiece a hacer calor, y no esperar a las 12 de la mañana, como los jefes ordenan; que la “app” de 2015 que rastrea por dónde van los autobuses funcione correctamente, y, por último, que esos paneles informativos de las líneas, destinos y tiempos de llegada que hay en cualquier pueblo de provincia que se precie y que se vendieron como un “antes y un después” del servicio de autobuses, se instalen en todas y cada una de las paradas de bus, no solamente en cuatro de toda la ciudad, y que, obviamente, funcionen, algo de lo que, hoy por hoy, no tenemos la suerte.