Seré la primera

Tal parece que los españoles, y digo los, no digo las ni mucho menos les, no estamos siendo conscientes de la enorme oportunidad que desde la sabiduría que emana de los despachos ministeriales dedicados a conseguir igualdades, evidentemente necesarias, se nos brinda con la sana intención, creo yo, de protegernos. A los hombres sí. La terrible oportunidad de pasar de opresores a oprimidos con solo una firma en el Registro Civil. No es baladí la cuestión, pues con nimia conversación, puede el hombre ser mujer y al día siguiente ser varón. Aún mejor, que con solo decir soy hombre o soy mujer, ya se consigue ser lo que se quiera ser. Y de aquesta sencilla manera conseguiremos las mujeres ser más que hombres en el planeta, pues dada la situación propuesta, lo mejor es ser mujer. Con solo llamarte Antonia, sobra para mandar a chirona a cualquiera que se llame Antonio. Pendiente estoy de la ley para ser lo que yo quiera. Y si la Naturaleza me lo niega, no corra la sangre Irene, pondré mis cosas por Montera. Y que se pierdan si se han de perder, que mi objetivo futuro no es otro que ser mujer. Y el tuyo debería ser comprender a los hombres por una vez. Y en esa nueva situación debes saber, que aunque te cambiaras el nombre y te pusieras Pablo o Pedro (no tienes huevos), todo seguiría igual. Somos lo que somos. Eso sí, yo seré la primera.