Sensibilidad
No crean que resulta fácil comenzar hablando de la brisa de la Alameda con lo que está cayendo. Qué lejana está esa brisa, tanto que ni tan siquiera el recuerdo consigue que el cuerpo note una pizca de alivio. Y eso que el recuerdo montado en la imaginación puede desplazarse sin límites en el espacio y en el tiempo. Se puede evocar una situación y notar cómo se está viviendo de nuevo. Pero la brisa no, la brisa no se percibe por más que uno se figure que está en un banco de capuchinos. Por eso decido recordar otras cosas, preferentemente a buenos amigos, a los que no veo desde hace años, incluso estando algunos bastante cerca, en Úbeda, como Francisco Martínez Villacañas, conocido internacionalmente en el mundo del arte de la alfarería como “Paco Tito”.
No es que recordar a Paco Tito haga refrescar. Para eso habría que intentarlos recordando a Bárcenas, Correa, Pujol o cualquiera de esos corruptos que son más frescos que el culo de una rana. Mi amigo Paco es un hombre serio, trabajador, honesto, sencillo y con una enorme sensibilidad que le permite ser un artista en la alfarería y la escultura y una entrañable persona dentro y fuera de su profesión, una profesión heredada de su padre, que él comenzó cuando tenía 11 años —ya tiene 73— y cuya dinastía continúa desde hace algunos años con su hijo Pablo. Si tuviera que relacionar los premios y galardones que ha merecido Paco Tito me faltaría espacio. Sus obras están en museos muy importantes, incluso de París. Su colección de esculturas “Don Quijote” recorrió España con enorme éxito, siendo admirada en museos, casas de cultura y salas de arte. Muy recientemente, Paco y su hijo Pablo han unido una obra de arte más a su abultado acervo. Ambos son noticia por haber esculpido una talla de Santa Teresa de Calcuta que será venerada, a partir del próximo día 26, en la capilla medieval de la parroquia de Santa Ana, en Barcelona. Allí existe ya otra imagen realizada por estos dos artistas y grandes artesanos ubetenses, la del beato Oscar Romero. Padre e hijo están recibiendo muchas felicitaciones por esta talla de San Teresa de Calcuta, que viene a enriquecer la trayectoria artística de la familia Tito. Quiero felicitar a los dos, aunque bien que me gustaría poder hacerlo personalmente, con un abrazo y una cerveza fresquita de por medio, que no vendría mal a falta de brisa.