Al Señor

    25 mar 2024 / 09:24 H.
    Ver comentarios

    Señor: cuánto siento que pasases por esa semana que relatan los Evangelios. Cómo te apresaron por pura envidia, cómo te enjuiciaron con toda injusticia, cómo te azotaron salvajemente y te apretaron sin piedad una corona de espinas; cuánto siento tu durísimo camino por el monte Calvario y mucho más tu agonía clavado en una cruz. Pero nada siento, sino millones de gracias, cuando al tercer día mostraste a la historia quién es el Señor de la historia; y nada siento, sino millones de gracias, por elevarte al Cielo en cuerpo y alma para un día volver. Y gracias por siempre, porque nos has regalado la oportunidad de que tras la muerte podamos encaminarnos a donde Tú estés, a conocerte personalmente y conocer a tu Madre, a quién me da un poco de miedo ver por lo que decía San Luís Griñon de Montfort, que “María casi no se manifestó a fin de que los hombres no se alejaran de su Hijo aficionándose demasiado a la Madre, como habría ocurrido seguramente si ella hubiera sido conocida .... Tan cierto es esto, continuaba diciendo San Luís, que el Pseudo Dionisio Aeropagita escribía que, cuando la vio, la hubiera tomado por una divinidad a causa de sus secretos encantos y su incomparable belleza”.

    Articulistas