Seis balas
Para el gran desafío en el que está comprometido el Real Jaén no dispone de “800 balas”, como en aquella película que protagonizó el desaparecido Sancho Gracia. El equipo que queda campeón de su grupo en Tercera solo dispone en la canana de seis disparos, seis balas, que debe saber aprovechar porque si no es así los adversarios se te escapan vivos y te dejan con tres palmos de narices. En el primer duelo, en Ferrol, el equipo jiennense disparó al aire, o mejor dicho, no llegó a disparar ni una sola vez. Esa primera bala está perdida. Ya solo quedan cinco. Y la primera de estas cinco deberá utilizarla el próximo domingo, en el partido de vuelta con el cuadro gallego. Si se apunta con pulso firme, sin nervios, con decisión y fe y se hace una buena diana, las otras cuatro balas restantes no harían falta en bastante tiempo.
Nadie va a dudar de que absolutamente nadie que esté involucrado en los intereses del Real Jaén ignore la enorme responsabilidad de este encuentro del próximo domingo. La responsabilidad está absorbida por rectores, técnicos y, especialmente, por todos los hombres del plantel, de los que se espera con seguridad el máximo esfuerzo. Hay que confiar en que Crespo acierte con la formación y el sistema una vez que ya conoce la potencialidad del adversario. La que sí está segura es la respuesta de la afición que será solidaria, eufórica, impresionante, alentadora y deportiva en cada instante. La tarea es de todos y a cada uno se le va a exigir el máximo. Hay que poner toda la fuerza, toda la fe y toda la ilusión para que esta bala sea la definitiva para aupar al Real Jaén a Segunda B. Un ascenso para el que tantos méritos ha hecho el equipo blanco durante la temporada.
La expectación es desbordante pero que nadie olvide que la suerte hay que buscarla, aunque la suerte a veces es caprichosa y se vuelca con el que menos la merece. Esperemos que esto no suceda en esta ocasión y los jiennenses sepan hacerse acreedores a un triunfo que sería un éxito que colmaría la ilusión de toda la ciudad. Hay que buscar ventaja en goles y procurar mantener la propia meta a cero. Y Ángel de la Calzada ha demostrado categoría para cumplir esa misión, arropado por la labor compacta del bloque, donde hay que esperar que los goleadores estén inspirados y acierten como lo hicieron tantas veces a lo largo de la Liga. No será la última oportunidad para el Real Jaén pero hay que pelear para que, al final, sobren cuatro balas.