¿Segunda transición?

12 may 2016 / 18:00 H.

Se está cumpliendo ya el aviso de Rodríguez Zapatero, de que entrábamos en una nueva transición política? Pienso que sí, que estamos de lleno en una nueva etapa de nuestra consolidación democrática. Tal vez cuando vaya acabando esta etapa, habrá que poner fechas de comienzo y final. La primera transición a la democracia española homologada comienza en 1976, a los meses de la muerte del anterior jefe del Estado y dictador Francisco Franco, terminando en el año 1982, con las primeras elecciones andaluzas en mayo, y la victoria por mayoría absoluta del PSOE, en octubre.

Aquella primera Transición duró siete años largos. Perdonen los datos, por ser ya conocidos por los de mi generación, pero son necesarios para la nueva generación que se ha incorporado irremediablemente a la Segunda Transición. Lo más importante que está sucediendo, es la edad de los nuevos líderes que se asoman a las pantallas de nuestros monitores múltiples: el de la televisión, el de los portátiles, el del ordenata fijo, el de los móviles unipersonales, intransferibles e inseparables de cada día. Un Pablo Iglesias y sus afines; un Garzón y sus comunistas de toda la vida; un Albert Rivera, hijo de inmigrantes en Cataluña; incluso un Pedro Sánchez, castellano profundo de toda la vida.

Sólo Mariano Rajoy, algo más mayor, vivió la primera Transición siendo muy joven, aunque no se incorporó al gobierno de España hasta 1996, con Aznar. Cuando la crisis económica mundial del presente siglo, que reventó en el año 2008, le pilló a contrapelo a Rodríguez Zapatero, mantuve que toda “crisis”, que es igual a “cambio”, y, si se gestionaba bien, sería positiva para la humanidad.

Ahora mantengo lo mismo. Para ello se necesitan, como en la primera Transición, tres cosas: madurez de la nueva generación que se incorpora; no romper los canales de diálogo entre los dos partidos políticos mayoritarios; no excluir (crear vetos) ni a personas ni a ideas que no sean claramente anticonstitucionales.