Se ríen
Seguimos inmersos en el fragor de las luchas dialécticas partidistas, a la espera de lo que las urnas dicten en Cataluña. Pero, suceda lo que suceda, la sensación del pueblo llano es que los actuales gobernantes le están tomando el pelo. Muy cercana queda la farsa de un Presidente que tuvo a España en vilo durante cinco días, como mera estrategia para perpetuarse en el poder y evitar que salgan a la luz los serios problemas de corrupción que le afectan, tanto a él como a su esposa. ¡Qué sarcásticas resultan las sonrisas de los mandamases cuando se atornillan de por vida a sus sillones y privilegios! Estamos conociendo cómo muchos se lucraron de una pandemia sanitaria, seriamente orquestada y administrada desde China. Toda una pléyade de parásitos y comisionistas. Presumen de haber salvado muchas vidas quienes destruyeron muchas más, privándolas de libertad y de dignidad personal. ¿Qué esperar de una sociedad anestesiada, indiferente a las tragedias e injusticias de los demás? Cuentistas y belicistas pugnan hoy en el fango de la mentira y la corrupción. Triunfan sectarismo y propaganda. Crecen las arengas contra las desigualdades sociales sin hacer nada para remediarlas. Y, sobre todo, se ríen desde sus atalayas quienes desprecian las alternancias y la democracia.