Santi Rodríguez, gran lección de humor y de vida
El pasado día 18 de enero actuó, en el Palacio de Congresos de Granada, Santi Rodríguez, también conocido coloquialmente como “el frutero” por su participación en una serie de televisión.
Con el público en pie y un larguísimo aplauso, le agradecimos el buen rato que nos hizo pasar. Santi fue desgranando con simpatía su dramática experiencia, y con magistral sentido del humor, y una elogiable y envidiable capacidad memorística, nos vimos reflejados en muchos de los comportamientos que con su gracia y desparpajo describió.
Nos hizo reír continuadamente —y eso que el propio título y el atrezo no eran lo más propicio para ello—, lo que es muy de agradecer hoy día, cuando estamos imbuidos en un universo de malas noticias.
Pero lo más importante, a mi juicio, fue la lección de vida que subliminalmente subyacía e hilvanaba toda la argumentación de su obra y que llegó a su culmen en el momento final, en el que nos hizo conscientes de la importancia de celebrar no solo el día en que nacimos, sino todos los días de nuestra vida, porque nuestro día final, sin saberlo, también está cada año en el calendario.
¡Qué gran maestro del humor y de la vida! Gracias, Santi, por esas dos horas de diversión y de entrega a tu público que nunca olvidaremos, y por supuesto, gracias por esas alusiones siempre a nuestra querida tierra, allá donde vas.