Sanas fiestas

Las vacaciones que se avecinan son uno de los periodos del año esperados con más ilusión. Sin embargo, es recomendable saber cómo afrontar determinadas situaciones que pueden presentarse para contribuir al mantenimiento del bienestar emocional de nuestras y nuestros peques. Es habitual que en esta época los niños y niñas, así como los adultos, vivan una especie de montaña rusa de emociones, en las que las positivas y las negativas se suceden y entremezclan. La alegría, la ilusión y el amor pueden dejar paso rápidamente a la tristeza, el malestar, la frustración y la desilusión. El periodo navideño es un tiempo de vacaciones que proporciona a los pequeños descanso. Sin embargo, no es tan frecuente que los padres puedan disponer de tantos días libres como ellos, con lo que la conciliación familiar puede convertirse en un auténtico desafío. Si sumamos los posibles desencuentros familiares en comidas o la acumulación de obsequios y el riesgo de sobreestimulación que eso conlleva, es posible que terminen por no apreciar ninguno de los detalles e incluso se frustren. Por tanto, estas fiestas son una buena oportunidad para aprender a señalar límites en nuestros hijos y que así no acaben valorando, únicamente, los aspectos materiales y tengamos unas sanas vacaciones mentales.