Samuel

    19 jul 2021 / 11:22 H.
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    Casi 200 metros lo estuvieron pateando, con una rabia desbocada, una jauría de desalmados asesinos destrozando a golpes la cabeza y el tórax de Samuel Luiz al grito de “maricón”. Samuel tenía sólo 24 años, auxiliar de enfermería, de carácter conciliador y voluntario de la Cruz Roja. Este se trata del atentado más brutal de entre los ataques homófobos que sufrimos en nuestro país. Dichas agresiones se han incrementado en los últimos dos años un 25%. Aunque nuestra sociedad es ahora menos homófoba; también es cierto que la comunidad LGTBI+ es más visible y eso provoca más ataques de los intolerantes que están arropados y envalentonados por una ultraderecha que copa el debate público vomitando desde las tribunas políticas discurso de incitación al odio, naturalizándolo y abrazando a sus jaurías de homófobos violentos descerebrados. La homofobia y la discriminación por razón de orientación sexual o identidad de género es un agravante que contempla el Código Penal, aunque el poder judicial no está sensibilizado con la realidad LGTBI+ ya que se hace caso omiso al agravante de odio en los juicios. La clave siempre pasa por nuestras aulas: más educación en valores y respeto de las diferencias. Justo lo que la ultraderecha quiere prohibir con sus vetos en las escuelas públicas.

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