Ruido sobre la nada

Creo que muchos ciudadanos estamos aburridos de oír tanto ruido sobre la nada. Ahora le toca el turno al denominado pin parental o veto parental, según quien hable. Los propios dirigentes de las comunidades dónde se quiere introducir dicen que no hay denuncias sobre un posible adoctrinamiento. Entonces, ¿de qué se está discutiendo? Pues sobre la nada, o sobre el sexo de los ángeles, como se decía antes, para ilustrar una discusión bizantina. Se persiguen asuntos cortoplacistas que generan ruido mediático, que procuren titulares y así hasta que el asunto no dé más de sí y se pase a otro asunto igual de fútil. Los padres no tienen una propiedad absoluta sobre los hijos, lo demuestran los casos en los que se retira a algunos la custodia, y las actividades complementarias que se discuten son obligatorias y constitucionales, pero eso ya lo saben quienes invocan tanto la Constitución para otros asuntos. Parece que es más importante, en esta sociedad del espectáculo en la que nos encontramos, vivir bien del titular que trabajar duro y discretamente en los problemas reales de los ciudadanos. Eso vende menos, por desgracia.