¿Roca o arena?

Hace unos días leía el pasaje del Evangelio en el que se muestra claramente la diferencia entre edificar una casa sobre roca o arena. Si se cimienta sobre roca aguantará tempestades y no se hundirá, si se cimienta sobre arena esas mismas tempestades la derrumbarán en poco tiempo. En mitad de esta pandemia que todos estamos sufriendo muchas son las “casas” que se han destruido y habrá que analizar serenamente si se podría haber evitado. De cualquier forma, de poco sirve el triste espectáculo que muchos de nuestros políticos nos están ofreciendo culpabilizándose entre ellos de esta situación tan difícil. Ahora toca volver a construir todo lo que se ha destruido, toca reforzar lo que queda en pie, toca trabajar, gestionar, aunar y sumar; nada de restar para conseguir votos, poder, influencia o aprovecharse de quienes peor lo pasan porque carecen de recursos para defenderse. Para ello se necesita mucho sentido común, sensatez y mucha voluntad de servicio en pro de todos los ciudadanos, no solo de aquellos a los que interese según la ideología política. Las diferencias o discrepancias no deben terminar en enfrentamientos dialécticos bochornosos o, peor, en enfrentamientos con actos vandálicos. Pero esta reconstrucción no es solo responsabilidad de los políticos, a los que hay que exigirles que cumplan con dignidad, de lo contrario que se vayan a su casa, como a cualquier trabajador, que ya estamos hartos de tantos vividores; esta reconstrucción es también responsabilidad tuya y mía, y depende de cómo lo hagamos así será nuestro futuro. Si nos involucramos dejando a un lado egoísmos y apostamos por el bien común, todo irá mejor; si de lo contrario apostamos por nuestro propio interés, esto será una pelea de gallos. Además, no solo se trata de reconstruir desde el punto de vista laboral, económico o social; también hay mucho que construir desde lo personal, psicológico o educativo. Soy de los que piensan que cualquier situación difícil que se nos presente podemos hacerle frente y superarla, pero es imprescindible edificar sobre roca, que ya bastante arena tiene el desierto.