Robo en el Palacio Real

Hoy en Palacio todos somos sospechosos», estas fueron las contundentes palabras pronunciadas por Román Ledesma, subdirector general de Bienes Muebles de Patrimonio Nacional al comunicar el 19 de agosto de 1989 la extraña desaparición de tres cuadros, dos Velázquez y otro de Juan Carreño de Miranda, valorados en más de cien millones de las antiguas pesetas, que se custodiaban en una de las salas, cerrada al público, del Palacio Real de Madrid. La policía calificó el robo de insólito, cuanto menos, pues ni saltaron las alarmas ni el sistema de detección antirrobo registró movimiento alguno. Se barajaron varias hipótesis sobre los autores y modus operandi empleado, pero todo eran sombras y bruma alrededor del robo, que sigue, a día de hoy, sin esclarecerse. Más de treinta años después se acaba de publicar el libro “King Corp”, cuyos autores José María Olmo y David Fernández, y esto es lo más curioso del caso, aseguran que el por entonces mano derecha del Rey Juan Carlos, Sabino Fernández, confesó antes de morir que había visto los cuadros robados decorando la casa de una de las amantes del emérito. En fin, en palabras de Ledesma: “Hoy en Palacio todos somos sospechosos”.