Reserva
de agua

    31 dic 2019 / 11:47 H.
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    El olivo en zonas donde la pluviometría media anual está en torno a 400 o 500 milímetros, el desarrollo vegetativo es normal y puede mantenerlo con menor precipitación, por sus mecanismos de adaptación a condiciones de sequía. Las necesidades potenciales de agua dependen de la climatología y tipo de suelo, así como de la reserva de agua disponible a la salida del invierno. Las precipitaciones caídas desde el comienzo de otoño han repercutido en el crecimiento de la aceituna, en la formación de aceite y en aumentar las reservas de agua en el suelo, y esto último podrá permitir retrasar el inicio del riego, pero siempre que no falte la humedad en la etapa de diferenciación floral y floración. Las temperaturas de este otoño e invierno son suaves, aspecto que nos hace pensar que el cambio climático es una realidad y que está afectando a los cultivos, pues el incremento de temperaturas puede afectar al desarrollo vegetativo el árbol y también a la incidencia de plagas y enfermedades. Por lo tanto, nos queda sumar la observación a las herramientas de decisión, como aspecto crucial para encarar el cómo y cuándo realizar las
    tareas agrícolas.

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