Refugio de valores y caridad

07 may 2023 / 09:00 H.
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Vandelvira, “nuestro Andrés” sigue paseando, 500 años después del inicio de su labor, bajo el porticado patio del Palacio de Villardompardo. Su obra, su vida, su huella se han hecho visibles en forma de paneles explicativos. Dibujos y textos se entrelazan de forma tan ajustada que se dirían trazados por él mismo. Comentamos aquellos que hemos diseñado la exposición que, sin duda, Vandelvira nos ha abducido de tal modo que su mano ha guiado el lápiz, modelado la palabra, fijado el íntimo sendero de su sueño milenario en nuestras manos, en nuestro corazón, en nuestra voz.

Vandelvira, incluso, se nos ha aparecido en carne mortal abduciendo, a su vez, a un mago de la escena como Eduardo Duro. Nunca hubo un Vandelvira de tal enjundia. Como bien comentó algún asistente al acto de inauguración de “Los sueños de Vandelvira”, la imagen que allí pudimos disfrutar es, debe ser, sin duda, la del auténtico arquitecto del XVI, traspasando siglos y cabalgando sobre bóvedas, puentes, portadas y arcos hasta nuestros días. Y en ese camino hacia su cita actual fue acompañado por una cohorte de arcabuceros ubetenses y del grupo Grama de Jaén. Ese pasacalles desde la Plaza de Santa María, vigilado desde la vandelviriana Catedral de la Asunción, hasta la sede de la exposición, calle Maestra a través, fue la puerta que abrió aplausos, latidos y miradas para fundirnos todos, actores, figurantes y asistentes en ese supremo éxtasis arropado por la música de las violas y violoncellos de los chavales del “Trío de Cuerda” del conservatorio.

Pero no quedó ahí, anclado, el desarrollo de las actividades programadas. Un ciclo de conferencias ha ido acotando distintos aspectos de la obra del genial Vandelvira. Desde el magnífico recorrido por “La catedral de los sentidos” con el público asistente “cegado” por unos minutos con antifaces para simular ese recorrido catedralicio usando solo el tacto y el olfato a cargo de Ignacio Segura pasando por el genial despliegue del proyecto arquitectónico del ubetense Hospital de Santiago realizado por Melchor Madrid. Sin olvidar el curioso recorrido por los machadianos Campos de Castilla en busca de Vandelvira de la mano de Antonio Alcalá o el ameno recorrido por la obra de Vandelvira en Jaén impartido por Miguel Ruiz Calvente. Un pequeño paseo hasta el Archivo Histórico provincial guiado por Juan del Arco nos colocó frente a los documentos que se conservan sobre Vandelvira. Todo un periplo por vida, obra y presencias del gran arquitecto del Renacimiento del Sur en nuestro Jaén y en las localidades por las que fue desgranando su labor. Todo ello “Por boca de Vandelvira”. La exposición sigue abierta a curiosos, estudiosos, amantes del arte, de la historia y de la cultura hasta el 14 de mayo.

El Grupo Vandelvira se ha honrado en ofrecer a la ciudad y posteriormente en gira por otros lugares vandelvirianos esta aportación a nuestro pasado, a ese tiempo que aún permanece entre nosotros y que, sin duda, nos ha permitido ser como somos hoy. En ello perseveraremos y ya estamos preparando nuevas acciones con las que ondear la bandera de Jaén como es de justicia. Juan Eduardo Latorre, Jesús C. Palomo, Paco Latorre y yo mismo agradecemos a patrocinadores, colaboradores y asistentes el apoyo, soporte y ánimo recibidos. Vandelvira, por supuesto, también.

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