Reformar el mercado

Hay grupos económicos que muestran una gran preocupación porque el PIB actual no ha alcanzado al existente antes de la crisis de la pandemia. Aunque tiene importancia este dato, deberíamos fijarnos más en la distribución del crecimiento que se está produciendo y si llega a la mayoría de los ciudadanos y por ahora no lo esta haciendo de forma significativa, su destino mayoritario son las grandes corporaciones, compañías eléctricas, ahora ha empezado la banca y están bajo sospecha las grandes distribuidoras de alimentos. Los mayores receptores de la ciudadanía son los perceptores del salario mínimo y renta básica, los jubilados, los titulares de los nuevos puestos de trabajo creados y los afectados por alguna norma que intenta salvarlos de su debilidad ante la crueldad del mercado. Por ahora las instituciones, según quien las gobierne, han atacado este problema (la mala distribución de la riqueza creada) legislando sobre las capas inferiores o poniendo parte de sus recursos para combatir la pobreza que provoca este sistema. Creo que se debe abordar legislativamente las causas que dan lugar a estas anomalías que distorsionan el mercado estableciendo reglas y si no pueden, crear empresa publicas que contrarresten los excesos participando en el mismo.