Rebajas penales para amigos

La semana pasada me referí a errores legislativos por “omisión de la diligencia exigible”; hoy trataré de las rebajas penales a medida, que suponen un actuar con “voluntad deliberada” para satisfacer a los socios catalanes que lo exigían. La desaparición el tipo penal de la sedición es muy grave, porque frente a fenómenos subversivos que no lleguen a la rebelión, deja inerme al Estado, como ha señalado el Tribunal Supremo y los desórdenes públicos son otra cosa. El cambio improvisado, de última hora, en la malversación es un despropósito, apresuradamente han pretendido casi la impunidad del perjuicio patrimonial público que no produzca un beneficio directo del que lo causa o el desvío presupuestario irregular, todo ello, sin trabajo prelegislativo alguno ni oír a nadie. Este legislar chapucero tampoco ha salido bien, porque no cabe malversar para algo ilícito; la deuda ha quedado sin pagar, por resultar irrelevante en la revisión de algunas penas, lo que no excluye que esta reforma pueda indirectamente reportar beneficios a otros colegas —pensemos en los ERE— y a políticos corruptos de todo pelo, ¿veremos también descuentos a estos penados por retroactividad de norma más favorable?