Radio clásica

Siempre he sido más amigo de escuchar la radio que de ver la televisión, pues su rapidez, certeza e inmediatez son mayores, además de que permite hacer otras actividades sin tener que estar ensimismado en la imagen que se nos presenta. Esta afición se me ha incrementado con la edad y en estos tiempos de mentiras alargadas, puesto que saber de la actualidad sesgada que nos muestran los medios de comunicación y diferentes redes sociales anejas, con el monotema de la covid-19, detallada “ad infinitum”, en las diferentes comunidades autónomas y países cercanos o lejanos a nuestro entorno, me hace recordar al famoso diario “El Caso” que no traía más que noticias tremebundas de asesinatos y muertes. Por eso, actualmente, creo que lo mejor es escuchar radio clásica, ya que sus variadas músicas templan mejor el ánimo y no lo contaminan tanto con noticias que lo que pretenden es ahormar y unificar conciencias y pensares. La pena es que no haya más emisoras de este estilo y proceder.