Quitarse las máscaras

No voy a hablar del coronavirus porque ya está muy mediatizado, ni de pobreza o el paro que todos conocemos, esta vez me adelanto y hablo de Carnaval, para que muchos se vayan quitando ya la máscara y den la cara ante su barrio, y mandan en el Ayuntamiento, ya saben quiénes son. Este mes de febrero, tiene ciertas particularidades, entre otras, que es bisiesto. La historia de los años bisiestos se remonta a la antigua Roma, y simplemente decir que el 29 de febrero compensa la diferencia entre un calendario de 365 días y la rotación real de la tierra alrededor del sol, la curiosidad es que nunca cae en años que terminen en dos ceros, y solo en los que sean divisibles entre cuatro.

En este mes se deja ver como cada año Don Carnal, es decir, los carnavales que también tienen su origen en la época romana y se celebraban con motivo de que en breve tiempo y con la llegada de la cuaresma había que despedirse de comer carne y de llevar una vida licenciosa, por eso en los días de celebración del carnaval casi todo estaba permitido y por ello los disfraces eran la mejor manera de conservar el anonimato al taparse el rostro, que mi gente, el pueblo llano, no usa porque damos la cara siempre. Eah! sin careta me quedo en mi barrio.