¿Quién piensa en ti?

    17 may 2020 / 10:57 H.
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    La barba sin afeitar desde hace tres días ya. Las noches son eternas... del día mejor no hablar. Empiezas a preguntarte, por qué ahora estás así... Empiezas a preguntarte, ¿quién piensa en ti?” Así empezaba una ochentera canción de Gonzalo que, quizá, has tarareado al leer. Hoy, casualmente, he vuelto a escucharla y cada una de sus palabras, de sus ideas, me han traído a la actualidad que vivimos. Sí, la canción sigue... “¿Quién te ha robado tu mirada feliz? ¿Quién ha cambiado tu ilusión por dolor? ¿Quién se ha llevado tu momento mejor? ¿Quién piensa en ti?” Varias preguntas y distintas respuestas.

    La vida que llevábamos, la mirada cotidiana, el ir y venir calendario en ristre nos la hemos dejado aparcada, no sin esfuerzo, dolor y angustia en uno de los seudópodos con que nos imaginamos al covid 19 con su maraña verdirroja según quien lo dibuje. Su invisible presencia nos ha dejado sin esos momentos “mejores”, por seguir con la canción, y nos ha confinado mientras nos interrogamos por el cómo ha podido suceder. Y llegamos a la pregunta principal: ¿Quién piensa en ti, en nosotros? Desde luego no aquellos que se enzarzan en bizantinas discusiones políticas anteponiendo miserables posturas electorales, ideológicas o personalistas a una acción razonable, eficaz, segura y competente para devolvernos lo que hemos perdido. Tampoco aquellos que trapichean con productos de estricta necesidad médico farmacéutica tratando de llenarse el bolsillo con nuestra aflicción. Menos aún esos que invaden calles y plazas contraviniendo todas y cada una de las más elementales normas de convivencia y recomendaciones en mitad de la pandemia, sin mascarillas, no guardando las distancias y obligándote a ir cambiando de dirección, de acera o de recorrido si no quieres toparte con ellos. Y, ¡ay! si osas recriminarles su actitud. No piensan en los demás, asimismo, los paseantes ad infinitum que torturan a sus mascotas haciéndoles dar repetidos paseos tendentes al esparcimiento del dueño mas que a la del animal. Y qué decir de los que asaltan terrazas como si les fuera la vida en ello olvidando que sin el esfuerzo común volveremos atrás y de nada habrá servido el empeño de todos por vencer al virus.

    Aun así, a pesar de las dificultades, la canción continúa... “No pierdes la esperanza en que algo debe cambiar. Piensas que ya es bastante, no debes sufrir más. No hay mal que cien años dure, ni quien lo pueda aguantar...” Y todo ello porque sí que hay quien piensa en nosotros: Médicos, enfermeros, fuerzas de seguridad, trabajadores de ayuda a domicilio, de los servicios de desinfección... Gentes que no solo piensan en nosotros, sino que nos cuidan y protegen. Ayudémosles. No se lo pongamos difícil, por favor.

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