Qué pena de queridos ‘charnegos’

Vuelve en fin de mes el “señor Jota” y relata el sufrimiento de los emigrantes jiennenses en Cataluña >> Ni los quieren allí ni sus hijos independentistas los reconocen >> De pena

28 jul 2019 / 11:55 H.

Han vuelto, vuelven siempre, pero ahora es una necesidad imperiosa volver, que necesitan aire y, sobre todas las cosas, reencontrarse con su pueblo, con sus amigos de infancia, con las raíces de las que mamaron sus antepasados. A nuestros queridos charnegos la vida se le ha hecho insoportable en Cataluña. La cruz es única e indisimulable, llevan décadas allí, pero no los quieren, han contribuido el esplendoroso desarrollo de la locomotora de España, pero su sangre es de inferior categoría, así es el nacionalismo actual: excluyente, xenófobo y nazi. La cruz puede ser doble e insostenible si sus hijos reniegan de sus orígenes y votan independentismo, se tatúan la estelada en su corazón andaluz, reniegan de sus padres y sus abuelos, porque ellos son más independentistas que nadie... De alucine, se dice para sus adentros el “señor Jota”.

¿Para esto tanto sacrificio y llantinas en soledad? ¿Para que ahora haya que esconder que uno nació pobre en un pueblo pobre de una tierra pobre? Dios, qué duro, que doble crueldad la que están viviendo tantos y tantos jiennenses que dejaron su casa para buscarse el pan y darle una vida a sus hijos y ahora estos los esconden, los ningunean, hasta los niegan. Que ser andaluz es algo de vagón de cola, da sarpullido, incluso epidemias, también lenguaraces. El “señor Jota” ha hecho recopilación de tuits y vaya, vaya: “Los andaluces trabajan tres meses y se pasan nueve en el bar”, dice un tonto del capirote... “En Cataluña no necesitamos más andaluces, para mano de obra válida los latinos os dan mil vueltas”, dice otro más tonto con estudios de empresario... “Trabajan cuatro horas al día, la mayoría viven del cuento”, ha escrito un ‘milennials’ mil veces tontucio. “Que vivan los andaluces, pero en Andalucía, que a mí ese acento que tienen me pone los pelos de punta”, ha dicho con asco en un vídeo viral una chica a la que por aquello del dedo acusador de machismo el “señor Jota” no va a ponerle ni nombre ni vómito encima. Pero claro, esta cutrez mental tiene su fundamento en el Dios catalán por excelencia, el mayor filósofo y mangador que haya dado nunca esa tierra, el tierno viejito Pujol, que en su día escribió para las masas nazis de ahora: “El hombre andaluz no es un hombre coherente, es un hombre anárquico. Es un hombre destruido (...) es, generalmente, un hombre poco hecho, un hombre que hace cientos de años que pasa hambre y vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual. Es un hombre desarraigado (...) Si por la fuerza del número llegase a dominar, sin haber superado su propia perplejidad, destruiría Cataluña”. En fin, en fin, en fin, el “señor Jota” se ríe ahora de la vagancia andaluza cuando el calor llega a toda España y hablan por esos Nortes de que el “estrés térmico es un grave riesgo para el trabajo”. Ja, ja, ja.