Que llega la ultraderecha
No sé si el electorado escarmienta, pero el panorama anda demasiado revuelto y confuso. Como para no haber escarmentado. Ahora bien, si a los votantes de izquierdas lo que les espera es más bloqueo e incomprensión, díganme con qué ganas se acercarán a los colegios el próximo 10-N. En cualquier caso, y mirando de reojo lo que Sánchez trame con Rivera, que se plantea como lo más factible a cortísimo plazo, puesto que con Iglesias no va ni a la esquina de al lado, de lo que se trata es de medir bien a Abascal, que me parece a mí que todavía no lo hemos captado en su conjunto. Bueno, los que lo votan saben que con Vox no habrá más feminismo, pues solo echa a pelear a los hombres y a las mujeres, y que desde la verdad demagógica y la manipulación propagandística pondrá en marcha su proyecto racista, xenófobo y patriotero. Si fuera por estos autoproclamados próceres de la patria, nos llevarían de vuelta al Medievo sin pasar por la casilla de salida. Hasta hace poco, sabemos que se encontraban agazapados a las faldas del PP, pero desde que se han quitado la careta, nada ni nadie les detiene. La parafernalia y llenazos de auditorios es sorprendente. Sin complejos. En Barcelona, y cuidado, repiten un diputado seguro y otro en juego, lo que debería espolearnos a un análisis algo más que somero, porque su tendencia es a afianzarse, y no un accidente de los últimos años. Ahora se está cobrando la factura populista de la crisis, que en el prospecto venía con mucha letra pequeña y que, como siempre, no se leyó con la suficiente atención.
Así que aquí llega la ultraderechona orgullosa, con sus símbolos y retórica del vade ultra, desplazando el feble empuje liberal de Ciudadanos, a quienes les da igual pactar a un lado u otro con tal de pillar su sillón, entonando el hipócrita canto de los puros, por el que no caerán —ellos no— en la corrupción. Por su parte, Casado se casa con esos ultramontanos, reaccionarios y retrógrados de Vox que restituirán el destino universal de nuestra madre España tantas veces ultrajada por los progres... En fin, para los nostálgicos, hay que insistir en que volverán banderas victoriosas, el dictador será devuelto con honores de Jefe de Estado al Valle de los Caídos, nuestra santa madre Iglesia retomará la educación de las familias, corrigiendo los instintos sexuales lujuriosos, pecaminosos y desviados del camino recto de la procreación, y la Formación del Espíritu Nacional se propondrá de nuevo como asignatura obligatoria hasta el final del Bachillerato, con lo que se promocionarán muchos puestos de trabajo para todos esos profesores en paro.
Ahí refrescaremos la memoria estudiando qué es lo español y, sobre todo y más preocupante, qué lo antiespañol, con tanta comunidad autónoma ni leches, que lo único que instiga es el secesionismo, junto con la Misión de España... no en el Mundo —el mundo nunca es suficiente— ¡sino en el Universo!, ya que debe parecer moderno, una especie de versión falangista de “Españoles por el Mundo”, pero actualizada a través del filtro de la tele.
Sé que más de uno —y más de dos— estará encantado con este programa, y por eso lo dejo aquí, dando ideas. Qué duda cabe que no se puede tolerar que se hayan perdido las buenas y sanas costumbres de regeneración del nacionalismo español. Hay que volver a rezar el Rosario, ¡a diario!, confesarse más a menudo, y comulgar.