Qué bello es vivir
Habría que convertir en tradición navideña, ver cada noche buena “Qué bello es vivir” (1946) el clásico atemporal de Frank Capra es una película que debería de existir en cada vida, verla y plantearnos el echo de no estar, de no ser y de todos los pequeños detalles con los que nuestras vidas influyen en otros y otros en nuestras vidas. Eso es la Navidad, parar y poder, por un pequeño espacio de tiempo, ver nuestro lugar en el mundo y en la vida de los demás y como podemos mejorar ambas. La nuestra, queriéndonos más o mejorando nuestras formas y la de los demás, ayudando y tendiendo la mano. En ese punto podríamos ir un poco más allá, ver que sería de nuestras vidas sin nuestro pueblo, sin los pequeños lugares, sin ese volver por Navidad. Son muchos los que estos días vuelven a los pueblos desde la ilusa prosperidad que venden las ciudades. Es cierto, en los pueblos no hay un “Corte Ingles” o mundos de ilusión artificial, pero ¡Ayyy!, que sería de nuestra memoria sin El Pueblo, sin volver, parar y mirar en Navidad. Feliz Navidad, Feliz Lectura.