Puente de Eiffel

    04 oct 2021 / 16:26 H.
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    Los refranes, proverbios o aforismos, delante de mis retinas tengo una pequeña joya de séneca, titulado Los Aforismos de Oro. Son una herramienta útil y literaria para escribir sobre cualquier cosa o caso. No te acostarás sin aprender una cosa más. Eso me pasa a mí, pues no sabía que el ingeniero Gustave Eiffel, autor entre otras obras de la máxima ingeniería, y autor asimismo de la grandiosa Torre Eiffel de París, hizo un puente para el ferrocarril, de enormes dimensiones, como son 624 metros de largo y 4,7 metros de ancho, situado en Guadarhotuna, un pueblo de Granada. Servía para el traslado de gente y mercancías entre Almería y Jaén, dos provincias que siempre han estado con el farolillo rojo y como dos cenicientas, a través de los años. Este puente de Guadahotuna, se conoce como Láchar o Hacho, lo que me recuerda el monte de Ceuta, divisado en los días claros desde Algeciras o la línea de la Concepción. Aquel viejo ferrocarril desapareció, y sólo es un recordatorio guardado en el baúl de los recuerdos. Hoy el puente de Eiffel es un reclamo para los turistas y amantes del vértigo, o tal vez el miedo si al caso viene. La curiosidad me obliga, tendré que viajar hacia estos lugares para recrearme en su naturaleza, paisaje y paisanaje, y como es natural con esta obra de alta ingeniería, que es la admiración de todos los que la visitan. Y como de los ferrocarriles trato en esta mirilla me viene como anillo al dedo escribir que Jaén es la última en los logros alcanzados por el transporte ferroviario. Que no se diga, señores políticos, arrimad el hombro y que este problema del ferrocarril sea historia pasada.

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