Pudieron

27 ene 2019 / 11:21 H.

C uando el 15-M yo tenía mi trabajo a cien metros escasos de la Puerta del Sol y, picado por la curiosidad, visité varias veces aquel zoco de lonas y tenderetes. Hablé con los que parecían cabecillas e intuía que aquello o derivaba en un nuevo partido de izquierda más izquierda o quedaría en un mero intento de visibilizar el descontento de la mayoría. Sus mentores, Claudia Álvarez, Pablo Gallego, Fabio Gándara y Oscar Rivas, publicaron “Nosotros, los indignados”. Cuando se les preguntaba si era el embrión de una nueva fuerza política, lo negaban. Pero un avispado rector y un puñado de alumnos, a los que nadie vio por Sol, entendieron que la mecha estaba encendida y nació Podemos. Decían lo que la gente quería oír y entronizaron la palabra casta para diferenciarse de la bifronte dualidad PP-PSOE. Llegaron a las instituciones y a poco se les vio que no eran tan castos y puros. Monedero el “bienpagao”; Errejón, el de la beca online; Bescansa, postureando bebés en el Congreso; el hijo de papá Black, negociando con un piso de protección; Echenique, escaqueando derechos de obrero, y el gran jefe, disfrutando de casoplón y pareja de civiles protegiendo su puerta. Y así con sus vistaalegres y sus ansias de estar y ser pasaron de podemos a pudieron para quedarse, al fin, en no supieron.