Promoción de Aove, sí, pero fuera

Partamos que esta columna comparte y apoya sin fisuras la promoción de nuestro oro líquido. Ahora bien, aprecio que el esfuerzo inversor en este aspecto no debiera ir dedicado a la autopromoción entre jiennenses, aquí el aceite se vende solo. No es efectivo para el negocio olivarero que los mismos que ya conocen y producen el aceite se junten para mojar como si no hubiera un mañana, dicho sea con cariño pues el producto lo merece. Donde hay que mojarse es apostando por los mercados externos que están por conquistar, donde existen millones de potenciales compradores a los cuales se lo tenemos que llevar en bandeja hasta sus mesas y paladares, generándoles el deseo de que no les falte. Lo hecho en Baeza este pasado fin de semana, bien, pero poco o nada aportará para vender lo que hay que vender —no 5.000 botellas, sino 50 millones—. La comercialización de las ingentes cantidades de aceite que se encuentran en bodega no se va a hacer sola, el mundo no va a venir aquí a por el. Viendo el autobombo, me temo que no hemos aprendido nada. Ahora bien, no es responsabilidad de las administraciones su consecución, sino del propio sector que ha de tomar las riendas e invertir de una vez por todas en ello.