Promesas y más promesas

El próximo domingo nos toca votar y la verdad es que la sensación que hay en el ambiente es que de poco sirve. Hay tal descontento general que poca es la confianza en quienes salgan elegidos para solucionar los problemas que nos afectan a todos. Por lo menos así se manifiesta la inmensa mayoría de las personas cuando el tema de la política sale en conversación. Al igual que se percibe que es don dinero el que maneja los hilos de este mundo, siendo los políticos elegidos meros títeres a su servicio. Leo que el término legal “Política” proviene de “Polis”, cuyo significado es “Ciudad”. Todo lo relativo a la Ciudad-Estado. Es la actividad noble que implica diálogo, consenso, acuerdo, desarrollo, debate de ideas, intereses, etcétera. Pues nada más lejos de la realidad, porque lo que se desprende de la campaña electoral con la que nos están bombardeando es todo lo contrario: insultos, acusaciones, denuncias, hipocresías, fraudes, partidas millonarias de dudoso cumplimiento, desconfianza, y muchas promesas maravillosas. Tan es así que no pocas veces se desea estar en permanente campaña electoral para garantizar, con esas promesas y ante el temor de perder votos, la consecución de objetivos o evitar alguna que otra huelga. Por cierto, no he visto declaración de ningún político que reconozca errores, por lo visto nadie se equivoca, todos lo han hecho genial y mejor que lo van a hacer si les votamos. Es lo que tenemos, carecemos de una clase política lo suficientemente preparada y madura que esté a la altura de las circunstancias y sepa solucionar y evitar los problemas de los ciudadanos. Lo pensamos la mayoría, pero también quiero pensar en esa minoría que sí sabe lo que es dedicarse a la política para servir al ciudadano y mejorar su calidad de vida, sin intereses particulares ni partidistas. Todavía creo en la gente buena que sirve a la sociedad a través de la política, que escucha y lucha contra viento y marea por el bien de sus vecinos. El domingo votaré, no a quien promete “el oro y el moro”, votaré a quien compromete y se compromete sincera y descaradamente por el bien común.