Promesas electorales

Cada vez que se acercan unas nuevas elecciones, que últimamente sucede con demasiada frecuencia, algunos de nuestros políticos se superan. Nos prometen el oro y el moro: internet libre y gratuito, subvenciones y pagas sociales para todos y todas, grandes obras y proyectos... Una suma, en definitiva, de felicidades inagotables que se desvanecen en cuanto toman posesión de sus nuevos escaños. Una de las promesas estrella viene de Íñigo Errejón, el inventor de Más País, para seguir triunfando en su fulgurante carrera: reducir las jornadas laborales a cuatro días semanales. ¡Lo dice él, que tan bien conoce eso de cobrar mucho trabajando poco y a distancia! Algún mal pensado podría recordarle que hay pobres que “trabajan como chinos”, autónomos que se esfuerzan a diario por mantener sus inestables negocios, incluso en días festivos. Y es que el trabajo, como el dinero, en este nuestro beligerante mundo está desde siempre muy mal repartido: unos tanto y otros tan poco. Por si faltaba algo, completa su programa con un ecologismo activo, una lucha contra el cambio climático, con medidas totalitarias, en línea con lo que algunos llaman el “ecocomunismo”. De solucionar el republicanismo catalán y sus violentas algaradas, nada de nada.