Prohibido recomendar

Las autoridades sanitarias recomiendan... pero aquí mientras no se prohíba, y con multa, de nada vale. Es como las señales de tráfico azules y cuadradas con un número, ¿velocidad máxima aconsejada? Pues las traducimos en acelerar hasta sobrepasar el número. ¡Pero si es que no hacemos caso, ni siquiera, de las señales de prohibición si no llevan su correspondiente radar! Si cumpliéramos las recomendaciones no llegaríamos a las prohibiciones, y así las fiestas, la mala higiene y la no distancia de seguridad nos llevarán de nuevo a los balcones. Y no es que seamos una sociedad de inconscientes o insolidarios, sino que somos (todos) bastante incoherentes, y de ahí que la sabiduría popular haya acuñado el “consejos vendo que para mí no tengo”. No hacemos caso a las sugerencias porque somos muy de “haz lo que yo diga pero no lo que yo haga”, y ya vemos que ni quien nos manda cumple sus propias directrices. Quizá en lugar de dar consejos, visto lo visto, las autoridades deberían tomar medidas, legislar y velar por su cumplimiento; si sancionaran la irresponsabilidad, en breve no sería necesario ni pagar impuestos. Seamos responsables, solidarios y conscientes de lo que debemos hacer y cumplamos lo que las autoridades sanitarias recomiendan... porque también dice la sabiduría popular que “quien no oye consejo no llega a viejo”.