Proceso de escucha

12 may 2022 / 16:46 H.
Ver comentarios

Hasta donde sé, este proceso representa un esfuerzo físico y mental para obtener con atención la totalidad de un mensaje.

Aquí y ahora, como siempre, la escucha se entorpece por el ruido mediático e interesado. Leer y reflexionar se hace cada vez más imprescindible para complementar ese aluvión de noticias, imágenes, informaciones, disputas, acusaciones... Todo anda revuelto, porque todo está en permanente proceso electoral, sea aquí o allá. En medio de acontecimientos tan graves como es la pandemia que aún pulula en nuestras sociedades, en mitad de una guerra de consecuencias económicas y de seguridad que se está cobrando vidas a las puertas de Europa, nosotros aquí, a lo nuestro.

Todos los que ya transitamos por la sesentena y más, sabemos lo que es la persecución de las empresas auditivas por captar clientes a los que sí, o también quiere mejorar la vida para que capten mejor los mensajes de propios o ajenos y, naturalmente como es lógico para llevar la prosperidad a su negocios. Decía mi abuela: yo soy sorda a mi favor. Pues sí, ya tenemos que ir mirando por nosotros mismos y poder optar a una sordera sana, o a un aparatito que te conecta o desconecta para realizar el proceso cuando te venga en gana. Estamos en pleno proceso de escucha, como será que hasta hemos descubierto que existe una cosa que se llama espionaje (proceso de escucha), que no sólo existía en todo el mundo, eso sí, regulado o sin regular.

Nunca me han gustado las películas de espías porque siempre observé que son de una alta complejidad, sobre todo por aquello de que el espía se mueve por terrenos ocultos, oscuros, jamás recibe un mensaje hiperclaro y sus actuaciones vengan de estados o malhechores, siempre son cuestionables. Como es lógico no da igual. El espionaje sea industrial, político, o de cualquier otra índole, se produce porque la sociedad lo demanda y se hace necesario para la seguridad de los estados. No es de extrañar que se espíe a personas o grupos que atentan a las claras y a voz en grito contra la unidad de nuestros territorios, eso sí, dentro de la legalidad que exigen las leyes. No hacen falta justificaciones, hay que actuar con arreglo a ley.

El independentismo hace ya mucho tiempo, si estaba cargado de alguna razón, las ha perdido todas por sus comportamientos antidemocráticos, radicales y cargados de una mala política que sostiene y mantiene a personajes como Puigdemont huido en base a unos hechos delictivos. Sería un buen ejemplo que volviese a España para que se pueda iniciar un proceso de escucha. A ver que dice, eso sí, “con sometimiento a la ley”. Un dolor de cabeza, así definiría yo esa puesta en escena de la “izquierda desunida”, que no deja de ser un clásico en nuestro país. Pues bien, entre ésta desunión y esa otra unión a la derecha, tendremos que abordar una vez más otro adelanto electoral, a ver como se va configurando el tablero. Sí, el proceso de escucha es importante, pero también lo es que tengamos algo serio que escuchar.

Articulistas