Precipicios de cristal

Precipicios de cristal (glass cliffs), según Cecilia Castaño en Breve diccionario de feminismo, es una metáfora que describe el fenómeno por el cual, en situaciones de turbulencia política, cultural o económica, las mujeres son más propensas que los hombres a ser designadas para roles de liderazgo, precarios, porque conllevan una enorme carga de trabajo y frecuentes posibilidades de fracaso. Evoca los peligros de caer desde lo elevado del liderazgo. Los hombres eluden los peligros y buscan mujeres para afrontarlos. Es un nuevo enfoque de género de la gestión de las organizaciones, siendo nombradas las mujeres para puestos directivos en momentos de crisis, cuando una compañía y organización se enfrenta a una reestructuración o a una caída de su reputación. Los precipicios de cristal constituyen una muestra de sexismo y hostilidad hacia las mujeres, pues el sexismo tradicional las representa como incompetentes y merecedoras del fracaso especialmente para toma de decisiones. La investigación feminista las muestra como líderes preferidos ante situaciones de crisis en las que se espera tengan habilidades de gestión de personas, así como capacidad para soportar un fracaso.