Por unas décimas

Es época de exámenes finales, de nervios, de momentos cargados de cansancio y de incertidumbre ante lo que cada uno tiene que enfrentarse. Época de pruebas de acceso, época de opositar para conseguir una plaza y derrochar magisterio entre los pequeños, de despedir unos ciclos y recibir otros. Y, tal vez, por unas décimas, consigamos o no atrapar aquel sueño que nos propusimos, aquel estudio tan planeado o aquel puesto por el que siempre habíamos luchado. No podemos negar esta ingrata realidad, así se ha ido construyendo nuestro mundo, por muy injusto que nos pueda resultar a veces. Pero no olvidemos nunca que unas décimas no os van a definir como seres humanos ni van a restaros valía, esto es indiscutible. Nos define el esfuerzo y el trabajo callado, nuestra honradez y nuestra actitud vital aunque no siempre esto venga acompañado de recompensa. Y, curiosamente, esta mañana de junio y de luz bonita sonaba en el coche una canción en la que se daba la bienvenida al llanto y su consuelo, al que sonríe, tropieza y sigue, a un tren que surca mares, a los artistas y sus pasiones y a la luna que hará realidad vuestros sueños o los disfrazará, elegantemente, de oportunidades.