Por qué elegir Jaén

La Diputación Provincial de Jaén está desarrollando un programa bajo el lema, Yo Elijo Jaén, lo cual, me ha traído a la cabeza que, hace unos meses, me presentaron a Joao. Un joven de 30 años. Brasileño. Nacido en Río de Janeiro, que lleva unos tres o cuatro años viviendo en nuestra ciudad. Estudió Ingeniería en su tierra natal, para lo que necesitó compaginar sus estudios con el desempeño laboral en algún negociado informático de la Marina de su país, con el que poder sufragar los gastos universitarios. Una trayectoria personal loable, como tantos otros estudiantes, de todo el mundo, que han necesitado remangarse, ellos mismos, si quieren gozar de las oportunidades que ofrece cursar estudios universitarios. Finalizados estos, Joao necesitó matricularse en un máster. Asistió a una especie de muestra universitaria con estands procedentes de todas las universidades existentes en el planeta y le llamó la atención que uno de los expositores se encontrara vacío. No tenía público. Parece ser que no había alumnos interesados en ninguna de sus ofertas. Se acercó. Consultó donde estaba la ciudad de esa universidad. Le dijeron que en España. Andalucía. Jaén. Jamás había oído hablar de esta población. Sondeó para averiguar algo de la zona y descubrió que era una ciudad manejable, con lo cual, no gastaría mucho en desplazamientos. Cercana, ya que sus gentes son amables y acogedoras. Pequeña, pero con todos los servicios básicos. Y, económica, así que los alquileres y demás gastos se adaptarían, perfectamente, a su disponibilidad. No necesitó pensarlo más. Se vino para nuestra tierra y aquí lo tenemos. Desde entonces se ha ido enrolando en sucesivos proyectos que le han ido surgiendo. Académicos y personales. Y se muestra decidido a no dejarnos. Su deseo es instalarse profesionalmente en nuestra ciudad y echar raíces. Ha descubierto que en su misma situación se encuentran otros compatriotas, unos estudiando, como él, y otros, por motivos laborales, pero, en definitiva, todos ellos, descubrieron la ciudad y se enamoraron de ella. Cada vez que me cuentan sus historias reflexiono, inevitablemente, sobre el motivo por el cual, los jiennenses infravaloramos tanto lo nuestro, cuando, a la vista está que, para muchos otros, somos la tierra ideal.