Por la boca muere el pez
Siguiendo al pie de la letra las órdenes de la presidenta de la comunidad de Madrid, el señor Moreno Bonilla no ha tardado ni un segundo en obligar a colegios e institutos andaluces a que retiren las banderas palestinas, llegando incluso a amenazar con la expulsión de profesores y directores que incumplan esa prohibición. En una circular llena de mentiras y descalificaciones enviada a algunos centros educativos, los obliga también a retirar banderas de Ucrania que llevaban allí expuestas más de dos años. Si el presidente andaluz actuara siempre con la misma diligencia y rapidez que ha mostrado en este asunto, debería haber prohibido hace años que en Andalucía ninguna persona tenga que esperar 18 meses en ser atendida por un médico especialista. Hay que recordarle a Moreno Bonilla que su predecesora Susana Díaz perdió la presidencia andaluza, que no las elecciones, cuando empezó a privatizar la sanidad y las listas de espera eran a cuatro meses vista. Actualmente y en las postrimerías de su segundo mandato, ya no le quedan más mentiras por ofrecer. Y no, señor Moreno Bonilla, el Conservatorio Superior de Música de Jaén no lo ha costeado la Junta de Andalucía.