Polyclean en las calles
Cierto que, desde que en el año 2019, Jaén lideraba el ranking de ciudades españolas más sucias, la situación ha cambiado mucho, habiendo mejorado sustancialmente. Así, actualmente, puede decirse que nuestra ciudad se encuentra, casi, en la mitad de la tabla. No está mal, para el tan poco tiempo transcurrido desde entonces. Pero eso no significa que ya lo estemos haciendo todo bien y que no haya nada en lo que podamos mejorar.
Y es que, en lo que va del mes de mayo, nuestra ciudad ha podido disfrutar de ciertos eventos celebrados en la vía pública, que, a poco que le dediquemos un mero vistazo, nos hace caer en la cuenta de las deficiencias que tenemos, en este tema. Principalmente, estamos faltos de una adecuada educación cívica, salvándose quien pueda, obviamente. Y ello porque, no es de recibo que los ciudadanos ensuciemos tanto nuestras calles. Así, en Semana Santa vemos, como la cosa más natural del mundo, echar al suelo las cáscaras de las pipas que comemos mientras esperamos la llegada de la procesión de turno. Por su parte, estos últimos días, con las cruces de mayo, hace un par de semanas, y con la noche en blanco, el pasado viernes, nuestras calles se convirtieron en verdaderos urinarios, insalubres y antihigiénicas. La calle Almenas, el callejón de las Flores, los alrededores del mercado de abastos y de la plaza de San Ildefonso, se despertaron al día siguiente siendo un verdadero asco. Y llegado a este punto, aprecio, en consecuencia, que, como casi siempre, la solución está en manos de nuestro Ayuntamiento, por cuanto que, considero que en las fechas en que se organice algún tipo de actividad en la que se ocupe la vía pública, debieran obligar al organizador en cuestión, instalar, en número suficiente, los llamados polyclean, o aseos portátiles, de igual modo que se hace en otras ciudades. Sin embargo, en esta ocasión, tan sólo pude comprobar que los mismos fueron instalados en la plaza de San Francisco, brillando por su ausencia en el resto de ubicaciones, al menos, en las que visité, que no fueron pocas. Ojo, porque en junio llega la feria y no se debe pretender que los aseos de los bares y pubs de los alrededores se hagan cargo de las necesidades fisiológicas de quienes no consumen en su negocio.
“Nuestras calles se convirtieron en verdaderos urinarios, insalubres y antihigiénicas”