Politiqueo

Cuando varias personas utilizan la política para su bien propio, para beneficiarse a costa del pueblo, que es el que al final sale perjudicado, es porque están haciendo politiqueo y no política. Es más como un “colegueo” mal defendido, porque de ser colegas, serían más críticos. El buen colega es aquel que te dice las cosas como se han de decir. No utiliza la estrategia del politiqueo pero sí del buen hacer político. Porque un colega es un amigo, de esos que quedan pocos. Vemos pues, tras estas elecciones, cómo se comen los unos a los otros, en algunas ocasiones y, en otras, se comen pero a besos. Porque de colegas nada; falsas apariencias. Unos, la oposición, y otros, la posición actual para formar gobierno. Invierten algunos más tiempo en criticar que en dialogar desde la razón. Y es que de tenerla, la tienen pero muy pequeña. Seguimos hablando de la razón. Hay que reconocer que otros la tienen bien puesta. Si, en la cabeza, para razonar y dar soluciones a los problemas que nos afectan a todas y a todos. De eso se trata. De eso. De soluciones. Un buen político debe ofrecer las mejores soluciones a las dificultades que un país atraviesa. Esperemos que así sea en los próximos años. Sí a la política racional y no al politiqueo.