Políticos e instituciones

Actualmente, las las instituciones públicas, llámese Casa Real, Congreso de los Diputados, Tribunal Constitucional o Senado, no gozan del prestigio que años atrás tuvieron, y el motivo es más bien político. En otras épocas, eran intocables, respetadas, y servían para consensuar y unir al pueblo. Actualmente, la pobre clase política que padecemos, ha propiciado que cualquiera pueda menospreciar y cuestionar el papel de estas instituciones. En teoría, podría ser síntoma de salud democrática, pero en realidad, utilizan estas instituciones para sus intereses particulares, o sea partidistas, en ocasiones tanto los que las atacan, como quienes las defienden. Tampoco se puede obviar que algunas no han sido precisamente ejemplares en algunos momentos de nuestra historia reciente, pero para ello están las personas que son las encargadas de darles prestigio día a día con su trabajo serio y su comportamiento intachable. Lo malo es que la política todo lo ensucia, y lo peor es que parece que, en los tiempos que corren, toco o casi todo nos empieza a dar igual, mientras que el bolsillo no nos lo toquen.