Política
y “realitys”

Cada vez se parecen más. Ahora que tengo tiempo, dentro del sopor que me produce la televisión, me placeo por los canales para ver de qué van sus programaciones y me quedo a cuadros. La desvergüenza campa a sus anchas y, sin pudor de ningún tipo, cualquier mindundi suelta lo que le parece y se queda tan pancho, por no hablar del machismo implícito que acompaña a la mayoría de tertulianos, concursantes y presentadores. El otro día, después del partido entre el Barcelona y el Madrid, me dio una hambruna jaenera y recalé en el París para aliviarme. Estábamos tres: Blas y su cuñado detrás de la barra y yo, por fuera, de cliente; me apreté un bocata de tortilla de jamón y unos botellines y en la tele había un concurso. Les pregunté y me dijeron que se llamaba “Maestros de la Costura”, todos con el mismo formato: presentadores, concursantes, silencios, regañinas y una parafernalia modorra y anodina. En un momento, uno de los diseñadores les dijo a un par de concursantes: “No me lo puedo creer, vosotros que sois la única pareja heterosexual del taller...” La política en España va de la mano de los concursos y “realitys”, en clave Sálvame. ¡Mátame camión!