Política no punitiva

    20 ene 2023 / 17:31 H.
    Ver comentarios

    Desde 2010 hasta 2018 el PP procuró emplear una política de mano dura contra Cataluña a consecuencia del movimiento independentista. La imagen que desde Madrid se envió fue la de una España hostil, cuya pretensión principal era el recorte del Estatut, la negación del derecho a decidir, las cargas policiales del 1-O y la aplicación del artículo 155, que provocaron la huida de Carles Puigdemont y la entrada en prisión de Oriol Junqueras junto al resto de dirigentes. La idea de una España enemiga, que “nos roba”, que actúa contra sus intereses, fue tan palmaria que el PP casi llegó a convertirse un partido marginal. Las políticas de mano dura tienen eso, exacerban actitudes en contra quienes las promueven. El PSOE de Sánchez ha entendido que la fuerza del independentismo está en su tejido social y en la sensación de injusticia en el tratamiento de sus líderes. Era necesario desbloquear la situación y devolver a los líderes catalanes a la mesa del diálogo, como otra comunidad más. La derecha, más punitiva que dialogante, no va a poner fácil esta vuelta a la normalidad; ella pierde con eso los votos de los mas ultras, que parece que son bastantes. Pero la buena política tiene eso; debe trabajar por desenquistar problemas que nunca debieron darse.

    Articulistas