Otro circo de payasos

    12 mar 2023 / 16:00 H.
    Ver comentarios

    Hablando con un amigo mexicano me decía que sus políticos corruptos tenían siempre un toque dramático, generalmente porque la muerte estaba por medio. En mi país, la clase política cuando se dedica a la corrupción como finalidad, se convierte en un chiste, un mal sainete y un curso de comicidad que lleva a que la payasada termine por no dejar claro si nos tenemos que reír o se están riendo de nosotros. Pero hay momentos en que se convierte en algo más, como el conocido caso “mediador”, donde el diputado conocido como Tito Berni, junto con un amiguete, un sobrino y un general retirado de la Guardia Civil extorsionaban a unos empresarios, pero además aderezado con fiestas al viejo estilo castizo: alcohol, prostitutas y mucha macarrería, donde lo bizarro estaba por todos los lados. Un sainete donde el Tito Berni jugaba a ser un mafioso de película de serie b, los empresarios preguntando si les devolverán su dinero, un guardia civil que dice que le engañaron y unos amigos que vieron en esto un pelotazo. Es una falta de moral, de ética, y donde todos los partidos o se han puesto a tirarse pedradas o a mirar para otro lado. Para mí todo esto es un termómetro de nuestra política, un circo de tres pistas, y que como decía Boccaccio nada es más serio que tomarse todo a broma.

    Articulistas