Policía
moral iraní

    09 dic 2022 / 16:00 H.
    Ver comentarios

    Lo que está sucediendo en Irán es inaudito y salvajemente inaceptable. Por no llevar el velo como el ayatolá manda, se le pega un tiro en la cabeza y basta. Puede que el Sha de Persia fuese un cacique, pero es que ahora, los caciques en Irán abundan como las palmeras. Lo que está pasando en Persia, digo en Irán es el colmo de la insensatez, eso sí, consentida por Occidente, pues el petróleo es un producto básico para los países desarrollados. El régimen de los ayatolás ha prohibido, es un decir, la policía moral, acallando las protestas callejeras a gol de disparo de fusil y culatazo que te crió en el rostro de los “revoltosos”, los que están perdiendo el miedo a sus gobernadores que viven en suntuosos palacios. Tan atrocidad está cometiendo el régimen iraní, ya digo que consentida por Occidente, un pelele, por cierto, cobarde y miedoso, no vaya a ser que al ayatolá se le suba a la barbas la mala leche y corte el grifo del petróleo, un líquido espeso y viscoso tan necesario para que ande la maquinaria del progreso, o el regreso, según se mire. La ONU tiene la palabra, pero como ésta está sujeta al derecho de veto de unos cuantos, la raíz del mal seguirá a su libre albedrío, en tanto, la población civil aguantará el chaparrón ininterrumpido del caciquismo. Dios nos coja confesados con esta gentuza, más mala que la cizaña en el trigo.

    Articulistas