Poliamor

25 dic 2024 / 09:55 H.
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Qué lío, por Dios, qué lío. Pues nada, que resulta que la pobre Jaén va a protagonizar una inminente ruptura sentimental. Y está bastante alterada, con las declaraciones que le hacen los unos y las otras que la llaman de madrugada entre lágrimas y andan a la gresca entre ellos lanzándose pullas y reproches. Y esto, a la pobre Jaén, le da mucha pena, porque ella es muy sentimental y sufre con este tipo de situaciones.

Pongámonos en antecedentes. En las últimas legislaturas, Jaén iba notando que no quedaba del todo satisfecha teniendo una única pareja convencional. Y por eso, como ella en el fondo es muy lanzada, estaba empezando a experimentar esa fórmula de emparejamiento a la que llaman poliamor, en la que pueden intervenir varios amantes de distinto sexo ideológico. Y resulta que tras las últimas elecciones, después de mucho meditar, Jaén además de montárselo con un viejo novio, un tipo muy popular de los de toda la vida, se enrolló a la vez con una chica nueva muy paisana suya que no paraba de adularla. Los tres llegaron a un acuerdo por el que se habían prometido una convivencia armónica que debía durar, al menos, toda la legislatura.

Era un trío complicado. Resulta que la nueva novia era un poco obsesiva, y vivía solo para ganarse el afecto de Jaén. La admiraba tanto que hasta se tatuó su nombre en el anagrama, y no paraba de insistirle todo el tiempo en que se tenía que empoderar. “Jaén, tú mereces más”, le repetía una y otra vez.

El caso es que pronto empezaron los recelos, la paisana acusaba al novio popular de no estar lo suficientemente implicado en la relación, le exigía más compromiso, y que no fuera tan condescendiente con sus parientes sevillanos. Y Jaén no podía imaginar que los acontecimientos se precipitarían de una manera tan radical, sobre todo en unas fechas tan señaladas. Ella había preparado el árbol y el nacimiento y toda la decoración de estas fiestas con mucho amor, y de pronto una mañana se despierta con la noticia de que su aduladora amante considera roto el trío, porque cree que el novio popular no ha dado suficiente amor a Jaén. Y para renovar el trimatrimonio ha recurrido a otro antiguo novio de Jaén muy majo y muy fogoso, capaz de dar un impulso a la decaída legislatura. Pero el amante rechazado no entiende nada, él se estaba esforzando para hacer feliz a Jaén, y está muy dolido porque se entera de la ruptura por la prensa, y le echa en cara, a la instigadora, que ni siquiera le mandara un whatsapp o un email contándoselo.

Y a la pobre Jaén, entre unas y otros, le están dando las Navidades. Justo ahora, cuando le iban a comprar una sorpresa que le hacía muchísima ilusión. Y es que su novio popular, a medias con la familia de Sevilla, le iba a reparar y a poner en funcionamiento el viejo tranvía que ella tenía paralizado en las cocheras por falta de liquidez. Y ahora no sabe si la noche de los Reyes Magos se va a quedar sin su regalo favorito, porque su novio despechado se lo va a guardar de comodín a la espera de lograr en el futuro una reconciliación.

En fin, que todo esto es complicado y doloroso para la pobre Jaén, aunque le han prometido que la familia del nuevo novio, que es de Madrid, le va a hacer también unos regalos muy bonitos. Y la buenaza de Jaén, ya empieza a soñar hasta con el AVE, la pobre.


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