Pocas expectativas

Es difícil medir un efecto a más de un mes vista de las elecciones y cuando Más País apenas tiene unas semanas de vida. Hay un mes por delante para que ese efecto inicial se consolide o difumine. De momento, parece que ha conseguido que muchos que pensaban abstenerse se lo piensen. Además, es una opción no contaminada en negociaciones frustradas. Hábilmente ha dicho ya que facilitará posibles pactos en la izquierda. A pesar de todo eso, y los casi veinte diputados que se le vaticinan, poco efecto puede tener su presencia porque no está en su mano convencer a PSOE o Unidas Podemos, ambos necesarios, de que pacten ahora a tres, incluso si sumaran. Si Sánchez no se fia de Iglesias, imaginen éste de Errejón. Los votos de los dos bloques son los que son. Pocos cambios hay en los últimos años y solo la ley electoral, de efectos imprevisibles, por aquello de a dónde van los restos, puede modificar algo pero no parece que tanto como para que la izquierda consiga mayoría. Y quizá ni siquiera entonces porque la desconfianza entre los líderes no tiene por qué variar ni siquiera en ese escenario.