Pinos peligrosos

Hay que tener cuidado con los pinos en los pueblos y ciudades, porque suponen un riesgo con la rotura de sus ramas secas o su caída de plano. Es normal ver pinos junto a viviendas en entradas de los pueblos, paseos o jardines. Árboles que tienden a elevarse bastante y es fácil verlos hasta en jardines privados que alcanzan con facilidad los 15 metros de altura ya que necesita mucho sol y crecen mucho. Concentran su floración en las zonas más altas hasta el punto que las ramas bajas se secan y se caen. En general los pinos no suelen tener una raíz profunda, como una encina. El pino, acostumbrado a ramificarse mucho en altura, necesita agarrarse bien al terreno para no ceder ante el viento. El sistema radicular del pino desarrolla una raíz principal pivotante, si no se ha desarrollado debidamente, puede caerse. Suelen plantarse en padrones o montículos con lo que el agarre a tierra de sus raíces unido al peso de sus ramas y al empuje de vientos fuertes hace que sean frecuentes las caídas en los parques o zonas de paseo. Incluso se pueden ver inclinados por la masificación y lo desigual del terreno, factores que aumentan el riesgo de caída. El pinus halepensis o pino carrasco es el causante del 90 % de las caídas de árboles.